La accesibilidad de las personas con discapacidad es fundamental para su inclusión en la sociedad. Por ello, la Fundación ONCE ha llevado a cabo un estudio en el que se analiza la accesibilidad de calles, plazas y edificios públicos de los ayuntamientos españoles.

El documento, que lleva por lema ‘Observatorio de Accesibilidad Universal en los municipios de España’, evidencia que el avance en materia de accesibilidad depende de la implicación política y técnica de cada municipio.

El estudio analiza el grado de accesibilidad presente actualmente en vías públicas y edificios de titularidad municipal, con el objetivo prioritario de aportar una visión de la situación y mostrar aquellas cuestiones más relevantes sobre las que se estima necesario poner el foco de atención.

Desde esta perspectiva, el estudio recoge los innumerables obstáculos a los que se enfrentan cada día las personas con discapacidad en sus desplazamientos. Según el director de Accesibilidad Universal e Innovación de Fundación ONCE, Jesús Hernández, encargado de presentar el informe, es evidente un «desigual desempeño» entre los 262 municipios analizados. «La implicación política y técnica es fundamental para avanzar», ha aseverado.

«Avances lentos» en materia de accesibilidad universal

La publicación amplía y actualiza los diagnósticos previos realizados por Fundación ONCE en 2011 en materia de accesibilidad universal en espacios públicos urbanizados y edificaciones. Según Hernández, «los avances son lentos». «Tenemos que seguir trabajando para conseguir ciudades, pueblos y municipios más accesibles para todas las personas».

Para su elaboración, se ha realizado un trabajo de campo, cubriendo todas las provincias de España y municipios de diversos hábitats poblacionales, en cada uno de los cuales se ha procedido a valorar tres tipologías de itinerarios urbanos y tres tipologías de edificios municipales.

El estudio ha analizado en 262 municipios un total de 860 itinerarios urbanos y 840 edificios municipales. Los espacios públicos urbanos y edificios visitados afectan a una población de más de 16 millones de personas. El trabajo de campo se ha planificado de acuerdo a los diferentes hábitats poblacionales existentes: desde pequeños municipios enclavados en entornos rurales, hasta ciudades habitadas por más de medio millón de personas.

Asimismo, la muestra de itinerarios incluye zonas históricas y cascos urbanos, zonas rehabilitadas y de nueva construcción. Siguiendo el mismo criterio, la muestra de edificios municipales incluye uso administrativo, cultural, educativo y socio-sanitario.

Mayores índices de accesibilidad

Una primera observación concluye que urbanismo y entorno construido son los ámbitos que presentan mayores índices de accesibilidad, ambos regulados por ley. Atendiendo al primero, itinerarios urbanos, el trabajo de campo identifica los cascos antiguos de los municipios como las áreas urbanas con menores índices de accesibilidad. Por el contrario, se observan índices positivos de desarrollo cuando de salvar desniveles en los municipios se trata, especialmente en las zonas de nueva construcción.

Mientras, los espacios y servicios existentes en la calle continúan siendo susceptibles de amplias mejoras; hasta en el 42% de los itinerarios urbanos analizados, el diseño de elementos como papeleras, contenedores y cajeros no es adecuado para su uso por todas las personas.

En cuanto a los edificios municipales (entorno construido), los resultados del análisis arrojan índices de accesibilidad reducidos. Los edificios de carácter social y socio-sanitario presentan menores dificultades. De entre las barreras registradas, la imposibilidad de hacer un uso normalizado de los aseos adaptados es observada en el 72% de los edificios, siendo habitual encontrarlos cerrados bajo petición de llave y usados como espacios de almacenaje.

Del trabajo de campo realizado se extrae que no es posible para todas las personas evacuar los edificios en caso de emergencia, en condiciones de seguridad y autonomía, en el 91% de los ayuntamientos y edificios de concejalías, en el 86% de los edificios culturales y educativos ni en el 75% de los destinados a uso social y socio-sanitario.

Además, el 14% de los 860 itinerarios urbanos y únicamente el 3% de los 840 edificios municipales analizados presenta elementos de comunicación adecuados para su comprensión por todas las personas.

Movilidad y transporte

Los pasos y vados peatonales inadecuadamente ejecutados y señalizados suponen un riesgo a la hora de cruzar la calle en el 60% de los itinerarios en cascos antiguos de menos de 20.000 habitantes y en el 61% de los que están en zonas rehabilitadas de municipios de más de 500.000 habitantes.

Por otra parte, el informe revela que el ancho libre de paso mejora sustancialmente en las zonas de nueva construcción. Asimismo, en los cascos antiguos de municipios de más de 500.000 habitantes el 94% de los itinerarios presenta carencias en la dotación y diseño de áreas de descanso para todas las personas.

En las zonas nuevas de esos mismos municipios hasta un 72% de las plazas de aparcamiento reservado para personas con movilidad reducida presenta relevantes carencias, tanto en dotación como en su diseño, prosigue el estudio.

En cuanto al transporte público, los mayores niveles de accesibilidad en las paradas se observan en los cascos antiguos de municipios de hasta 50.000 habitantes y en las zonas de nueva construcción de municipios de menos de 20.000 habitantes.

Relación espacio-peatón

El informe también analiza la comunicación espacio-peatón. En este caso, en las zonas nuevas de municipios de menos de 20.000 habitantes hasta el 70% de los vados peatonales carece de pavimentos contrastados en textura y color; mientras que los de más de 500.000, el 83% de los semáforos ubicados en zonas urbanas rehabilitadas carecer de avisador acústico.

El uso de edificios revela que un 83% de los aseos adaptados presenta barreras que impiden su uso normalizado en los edificios administrativos de municipios de entre 100.000 y 500.000 habitantes. Además, en los de más de 500.000, un 60% de los edificios socio-sanitarios no permite cambiar de nivel o deambular entre sus plantas a todas las personas por carencias en escaleras y ascensores.

La señalización y el diseño de escaleras suponen importantes barreras de uso para gran parte de la ciudadanía, en todas las tipologías de edificios evaluadas y con independencia del hábitat poblacional.

Apelan a la conciencia social

En cualquier caso, desde Fundación ONCE señalan que ha habido avances desde la situación analizada en 2011 aunque recalcan que también es una cuestión de concienciación social, donde herramientas como las actividades de información, las campañas de toma de conciencia y las acciones formativas juegan un papel clave.

La Fundación concluye que la adopción de estrategias en materia de accesibilidad en las primeras fases de los proyectos evita costes innecesarios a futuro destinados a la readaptación.

En la misma línea se ha pronunciado el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) que ha defendido la accesibilidad universal como un «requisito previo» en el ejercicio de todos los demás derechos de las personas con discapacidad, durante su participación en la jornada ‘La accesibilidad en nuestras ciudades: presente y futuro’, celebrada en el marco de la Madrid Accesibility Week (MAW) que se celebra esta semana.

La directora ejecutiva del CERMI, Pilar Villarino, ha asegurado que existen grandes avances en relación a la accesibilidad, pero también ha lamentado que «queda mucho por hacer». «Siguen existiendo grandes barreras en materia legislativa», ha afirmado, además de lamentar la poca toma de conciencia social que hay hacia la discapacidad.