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Mujer

El género y la discapacidad interactúan colocando a las mujeres discapacitadas en una posición desigual respecto a los hombres y a las personas con discapacidad, por lo que se puede afirmar que las mujeres discapacitadas sufren una doble discriminación.

Es importante dar a conocer esta realidad a la sociedad y, sobre todo, a los responsables políticos y demás instituciones públicas y privadas, e internacionales, que tienen la obligación de evitar desigualdades y discriminaciones de algunos sectores de la población.

Tenemos dos aspectos de la misma realidad y que actúan directamente en una desigualdad para las mujeres discapacitadas:

– La invisibilidad; Este sector de la población ha permanecido, y permanece, en gran medida, “invisible” para la sociedad.
– La doble discriminación: Ser mujer con discapacidad marca una trayectoria de doble discriminación y añade barreras que dificultan el ejercicio de derechos y responsabilidades como personas, la plena participación social y la consecución de objetivos de vida considerados como esenciales.

Tradicionalmente, la sociedad ha tendido a aislar y a segregar a las mujeres con discapacidad y, a pesar, de los logros y avances obtenidos en los últimos años, este tipo de discriminación (sutil, a veces) sigue representando un problema grave y alarmante.

Nuestro grupo social carece, generalmente, de recursos o dispositivos legales y eficaces para eliminar y corregir dichas conductas discriminatorias.

Nos enfrentamos a todo tipo de restricciones y limitaciones, circunstancias que se evidencian en cotas mayores de desempleo, salarios inferiores, menor acceso a los servicios de salud, mayores carencias educativas, escasa o nula integración a los programas y servicios dirigidos a la mujer en general, mayor riesgo de padecer situaciones de violencia y todo tipo de abusos, etc., De igual modo, las mujeres con discapacidad soportamos aún con más crudeza que los varones discapacitados, la persistencia de prejuicios, estereotipos, generalizados en todos los ámbitos, que distorsionan la imagen social y la percepción normalizada de nuestro grupo, y, esto, merma nuestra capacidad de participar y contribuir a la sociedad en la que vivimos, en condiciones de igualdad, así como, de aprovechar las oportunidades de las que goza cualquier persona.

Hechos que suponen una vulneración de los derechos que debe tener garantizados toda persona, con independencia de sus circunstancias.

Las mujeres con discapacidad son víctimas de la violencia de género ejercida contra las mujeres, pero, además, sufren un tipo de violencia específica, siendo el grado de incidencia superior (de dos a cinco veces más que las mujeres en general), según estudios realizados en diversos países.
Esta violencia es ejercida, no sólo por parte de quienes mantienen o han mantenido relaciones afectivas con ellas, sino también por las personas de su entorno familiar, social, sanitario, asistencial, etc. Es decir, allí donde existe una relación de desequilibrio de poder y dependencia, se favorece la existencia de la violencia y el abuso.

En este apartado de mujer y discapacidad trataremos de sacar artículos, noticias, etc. Para dar a conocer a la sociedad en general, una situación claramente discriminatoria y con una desigualdad de oportunidades, en todos los ámbitos, así como una vulneración de sus derechos.

Enlaces de Interés

Estas son algunas asociaciones que trabajan con el objetivo de la integración e igualdad entre personas.

Feekor

Personas con discapacidad física y/u orgánica de Bizkaia

COCEMFE

Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica

CERMI

Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad